Desde bien pequeña repartió cariño incondicional, era la sombra de mi madre y de mi padre, el despertador universal de la casa, su ronda terminaba en mi puerta donde mi alfombra la acogía para su siesta matutina. Durante el día "defendía" la casa patas arriba al fresquito de la puerta de entrada, y a la hora de comer hacía guardias en torno a la mesa por sí caía algún trozo de comida, el tomate le volvía loca, era su mayor pasión. Mi hermano intentaba adiestrarla, pero ella era un alma libre.
De pequeña pasaba las siestas encima de mamá y las tardes con papá en la azotea, era la reina indiscutible de la casa, la gordota, la negra, la más bonita, toda elegancia. Con el tiempo descubrimos que su amor platónico era el tito Antonio, con el que se revolucionaba, jamás vimos tanto amor.
Disfrutamos de su maternidad, tuvo septillizos, y sufrimos con ella con sus achaques de abuelita mayor. Sentimos y recibimos su amor durante quince maravillosos años, un amor incondicional y pleno que llevaremos dentro de nuestro corazón para el resto de nuestras vidas.
Para Kenya/kenisu/keñita la negra mas bonita.
(Murió tranquila y acompañada el día 13-08-2015)
Hemos perdido una parte esencial de nuestra familia.